Presentación

Tal como podemos reconocer en las historias literarias, la estructura y organización de los contenidos de los programas de estudio, así como los criterios de clasificación de acervos, bibliotecas y librerías, la institución literaria hoy en día opera y se sostiene en torno a un conjunto de usos y prácticas sociales (de lectura, interpretación, de formas de circulación, etc.), entre los cuales destaca la noción de autor. Como ha señalado Michel Foucault, dicha noción –encarnada en un nombre propio- constituye un principio fundamental que caracteriza el  “modo de existencia, de circulación y de funcionamiento” (1999: 338) de los textos en la sociedad, aunque ciertamente esta función se ha ejercido de manera muy heterogénea en los diferentes discursos, épocas y culturas, en virtud de que forma parte de un sistema dinámico definido por una red de interacción y correlaciones histórica y socialmente condicionadas. A pesar de la declaración de muerte anunciada por Roland Barthes (“La muerte del autor”, 1968), la noción contemporánea de autor ha resurgido con fuerza, tanto en el terreno de la creación literaria –para dar lugar a la llamada “literatura del yo”- como en el ámbito de la reflexión teórica, donde ha dejado de concebirse como mero propietario de su obra y máxima autoridad del sentido de su escritura. Ciertamente, hoy en día la figura autoral opera como intertexto que contribuye a la producción de sentido en la recepción lectora, pero también resulta determinante en la circulación de la obra y su situación, central o periférica, canónica o marginal, en el campo literario. Además, la noción de autor constituye uno de los espacios privilegiados para analizar la relación entre la literatura y la cultura a través de conceptos clave del pensamiento contemporáneo como la identidad, el sujeto y la representación. En este proyecto nos interesa desarrollar una investigación de tipo correlacional sobre la figura autoral contemporánea, abordándola desde una diversidad de perspectivas que buscan ofrecer un horizonte complejo y multidimensional de esta noción: ya sea para dar cuenta de los discursos culturales sobre la autoridad, la creación y la legitimidad literarias en determinados contextos socio-históricos; problematizar las implicaciones de la “muerte del autor” para la teoría literaria feminista, así como la relación entre la mujer y la escritura; estudiar el papel de la materialidad del texto (nombre del autor, retratos, fichas biográficas, etc.) en la construcción de la figura del autor o sus relaciones –como corpus literario- con el cuerpo autoral; explorar las modalidades de autoría presentes tanto en las tecnologías digitales (en blogs, twitter y Wikipedia, entre otros) como en los medios narrativos audiovisuales (cine y televisión); analizar el estatuto del autor y sus implicaciones en textos en cuya enunciación convergen dos o más sujetos, como el testimonio y la coautoría intermedial, o bien en los que se produce una reescritura explícita, como la ecfrasis, la traducción y la autoficción; examinar el papel de la figura autoral como personaje literario de novelas, autoficciones o textos autobiográficos; explorar los niveles discursivos (literarios y extraliterarios) en que aparece la figura del autor en la escritura y la teoría posmodernas, así como el surgimiento de una nueva figura en el contexto de la deconstrucción: el autor espectral. Asimismo, consideramos necesario retomar la tradición teórica y crítica francesa y anglosajona para pensar estos fenómenos en el contexto de la literatura y la cultura hispanoamericana.

Adriana de Teresa

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